Cuando un ser querido muere, un sentimiento de dolor, vacío y confusión invade el cuerpo de las personas. Cuando estas emociones permanecen durante un periodo largo de tiempo, el duelo puede transformarse en patológico.
Qué es el duelo patológico
Sentir rabia, tristeza o incluso culpabilidad, tras la pérdida de un ser querido es totalmente normal. Aceptar la muerte es algo complicado que pocas veces se logra afrontar con naturalidad y sí con grandes dosis de estrés.
Las pérdidas no tienen por qué ser la muerte de un ser querido, también pueden ser pérdidas de animales, objetos con valor emocional, etc. El tipo de dolor dependerá del tipo de vínculo que una a aquello que se ha perdido con la persona.
Existen una serie de problemas muy difíciles de afrontar como la muerte de un hijo, sentimientos de culpa complejos, muertes por suicidio, conflictos con las personas ausentes no resueltos o desapariciones, entre muchas otras causas.
Factores que definen a un duelo patológico
Existen una serie de factores que definen a un duelo patológico y se pueden clasificar en:
- Factores relacionales: estos factores definen el tipo de relación entre la persona y el fallecido. A veces impiden una adecuada elaboración del duelo. Existen problemas también ante un narcisista. En este caso, el fallecido es como una extensión del superviviente y asumir la pérdida sería tanto como admitir la parte de sí mismo que ahora niega.
- En casos de dependencia, al perder esta fuente de dependencia, la persona se vuelve débil e impotente, suplicando que vuelva la otra persona.
- Factores de personalidad: las personas que no consiguen tolerar los sentimientos de dependencia, tienen un duelo complicado. Las personas obligadas a ser las “fuertes” de la familia, suelen estar reforzadas por la sociedad y no se permiten a sí mismas experimentar los sentimientos requeridos para una resolución adecuada de la pérdida
- Factores sociales: el duelo es un proceso social que se consigue afrontar mejor si la gente se puede apoyar y reforzar mutuamente.
- Factores circunstanciales: cuando la pérdida de un ser querido no era previsible, puede causar duelo patológico. Del mismo modo ocurrirá si existen pérdidas múltiples como en incendios, terremotos, etc.
- Factores históricos: si se trata de una persona que anteriormente ya ha tenido otros duelos, probablemente lo vuelva a tener.
Síntomas duelo patológico
Los síntomas que muestran las personas que sufren duelo patológico son los siguientes:
- Sentimiento intenso de soledad, aun cuando la persona está acompañada
- Fuerte sentimiento de amargura e ira relacionados con la muerte
- Sentimiento intenso de añoranza de la persona fallecida
- Sentir un estado shock o aturdimiento
- Afrontar los recuerdos de la pérdida con un sentimiento emocional y físico muy fuerte
- Evitar lugares, personas u objetos que recuerden a la persona que ya no está
- Tener la necesidad de tocar, ver o escuchar cosas sobre el fallecido con el fin de sentirse más cerca de él
- Sentir que la vida está vacía y que no tiene sentido
Fases que componen el duelo
Existen diferentes fases por las que pasa una persona que está sufriendo un duelo patológico. Estas fases en ocasiones pueden solaparse:
- Shock: cuando la persona no da crédito a lo que ha ocurrido y no es consciente de la realidad
- Negación: se trata de un mecanismo de defensa que busca reprimir lo ocurrido
- Ira: la persona siente frustración y rabia al no encontrar una explicación a lo que ha pasado
- Negociación: es habitual que la persona tenga un sentimiento de culpabilidad. Para afrontar esta fase es importante aceptar que no existen culpables y que este tipo de acontecimientos son naturales
- Tristeza: llegados a este punto la persona ha asimilado ya lo sucedido, pero siente una inmensa tristeza. Superar el proceso de dolor es fundamental para poder continuar hacia adelante. Pero esto no siempre es tan sencillo y hay personas incapaces de adaptarse a la pérdida.
Tratamiento contra el duelo patológico en Madrid
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