Las disfunciones sexuales son aquellas dificultades existentes en el proceso de cualquiera de las fases que existen en el acto sexual (en estas etapas se encuentran incluidas tanto la excitación como el orgasmo y finalización de la relación sexual, pero también otros elementos como por ejemplo el deseo). Estos problemas provocan que la persona o personas que están llevando a cabo esa relación sexual no puedan disfrutarla.
Disfunción sexual masculina
Pese a que este problema se puede producir tanto en los hombres como en las mujeres, la mayor parte de los casos se producen en el género masculino. Alguno de los ejemplos más claros que se hallan en las disfunciones sexuales son la eyaculación precoz, los problemas de erección y más casos que impiden mantener una relación sexual de la manera más satisfactoria posible para las personas que participen en ella.
Las disfunciones sexuales que se produzcan no tienen un momento concreto para comenzar a manifestarse, sino que tanto desde el inicio de la actividad sexual como más adelante sin esperarlo, el surgimiento de este tipo de problemas puede acaecer. El desarrollo de las mismas es distinto también en cada persona; en algunas puede surgir y evolucionar de manera paulatina en un periodo de tiempo señalado, mientras que otras aparecen de forma repentina y son capaces de imposibilitar en una relación sexual de modo parcial y total. Los motivos por los que se producen son de tres tipos: psicológicos, físicos o de ambos tipos a la vez.
Causas de las disfunciones sexuales
Aunque la sugestión parece en muchas ocasiones que no tiene por qué ser una causa real de una enfermedad, en casos como por ejemplo una disfunción sexual masculina o femenina, el factor emocional puede ser tanto o más importante si cabe que los problemas físicos. Los conflictos de clase interpersonal (aquellos que suceden, en este caso, en el ámbito de la pareja con faltas de comunicación o confianza) o de tipo psicológicos de cada persona (como ciertos traumas, culpabilidad, depresión u otros) son algunos de los que intervendrían en este campo de las emociones.
La otra fuente de la cual pueden derivar las disfunciones sexuales son los factores físicos, entre los que están incluidos problemas de salud como hiperplasia benigna en la próstata, dificultades en el riego sanguíneo, lesiones en la espalda, daños nerviosos que tengan relación por ejemplo con la médula espinal, esclerosis múltiple, neuropatía diabética, sífilis de tipo terciaria, tumores, fallos pulmonares o cardiacos, trastornos alimenticios o endocrinos como en la glándula suprarrenal, la tiroides o la pituitaria, ciertas deficiencias de índole hormonal como la falta de estrógenos, testosterona o andrógenos, enfermedades de tipo congénitas o incluso por el consumo de drogas (entre las que se encontrarían estimulantes, alcohol, narcóticos, antihistamínicos, nicotina, antihipertensivos y algunos psicoterapéuticos).
Síntomas de trastornos sexuales
Según el grado de gravedad en el cual se encuentre una persona con este tipo de patologías, pueden ocurrirle una serie de desórdenes en la vida sexual como los siguientes (entre otros):
- Eyaculación precoz
- Problemas de erección
- Trastornos de aversión sexual
- Falta de deseo
- Parafilias
- Vaginismo
- Dispareunia
- Anorgasmia
- Lubricación inadecuada
- Dolor
- Adicción al sexo
- Infertilidad
Tratamiento de las disfunciones sexuales en Madrid
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Este tipo de trastornos son difíciles de llevar para los pacientes puesto que la mayoría de temas relacionados con el sexo como sucede en esta ocasión son considerados tabú en la sociedad actual, pero con nosotros gozarás de la confianza necesaria para poder explicar todo lo que te ocurre y de ese modo solucionarlo en las mejores manos posibles.
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